Perros salvajes
Rankin, Ian
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EDITORIAL | RBA |
PRESTAGERIA
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FORMAT | 435 p. 21x13 cm |
DATA EDICIÓ | |
DATA IMPRESSIÓ | |
LLENG. EDICIÓ | |
ISBN | 9788490567494 |
ID | 5656 |
Signatura |
NP
RAN
per
#5656
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SINÒPSI:
La banda mafiosa de Joe Stark y su hijo Dennis, que tiene su centro de operaciones en Glasgow, se ha desplazado a Edimburgo a la caza de un transportista que les ha robado un cargamento de droga. La visita hace saltar las alarmas del más poderoso gánster local, Darryl Christie, y de su predecesor, que aún mueve algunos hilos influyentes, Big Ger Cafferty, temerosos ambos de que los Stark quieran aprovechar para sacarlos de la circulación a tiros, o aliarse con uno de ellos para eliminar al otro de la partida. El inspector Malcolm Fox es asignado como enlace entre la policía de Edimburgo y una unidad de agentes encubiertos que ha llegado de Glasgow para vigilar de cerca los movimientos de la banda, colaboración que propulsará a nuevas cotas concepto como “hostilidad” y “tensiones”.
En paralelo, un prestigioso abogado que había participado en alguno de los juicios criminales más relevantes de Escocia, es estrangulado en su domicilio, donde se encuentra una nota amenazante que reza “Te mataré por lo que hiciste”. La muerte violenta de un ex asistente social, que había sido agraciado con un premio gordo en la lotería, y un atentado fallido contra la vida de Cafferty guardan elementos en común con el ataque al abogado. El que no parezca que exista vínculo aparente entre las víctimas no evita que comience a correr la voz de que un asesino en serie puede andar suelto.
Su conocimiento de la figura de Cafferty y de los bajos fondos de Edimburgo en general provoca que el ex inspector John Rebus abandone gustosamente su condición de jubilado para ejercer de asesor externo de la policía de Edimburgo. Lo suyo no es ir a dar de comer a las palomas al parque, ni mirar el avance de las obras públicas ni apuntarse a cruceros con descuento, sino patear la calle y seguir los regueros de sangre. Dada su afición a meterse en todos los charcos, Rebus acaba yendo por libre en la investigación de ambos casos, revelándose un valiosísimo aliado tanto para Siobhan Clarke, la agente que ayudó a formar, como para Malcolm Fox, quien durante su pasó por Asuntos Internos intentó por todos los medios apartarle del cuerpo.
Mientras que en el presente se cuece una guerra gangsteril para tomar el control de la capital que sacará a relucir los más bajos instintos de los que están a uno y otro lado de la ley, Rebus desenterrará unos terribles hechos del pasado que demostrarán que, a veces, lo peor que le ha ocurrido ha tenido lugar en las sombras y con la participación activa de algunos de sus presumiblemente más insignes y honorables ciudadanos.