De estilo neoclásico, se encuentra construida sobre la antigua ermita de Sant Antoni y Sant Miquel.
La primera ermita data del siglo XVI y fue filial de la iglesia de Santa Maria de Ontinyent hasta que el 31 de diciembre de 1953 fue erigida en parroquia por el Arzobispo de Valencia, Marcelino Olaechea.
En su origen fue oratorio de un convento de Capuchinos, suprimido en 1810 y del que sólo se conserva la actual capilla de la comunión.
En 1861 se amplió el templo, completándose las obras entre 1867 y 1869.
El interior se compone de tres naves, la central de cinco tramos y vuelta de medio cañón rebajada, sobre pilares y pilastras corintias. Como elemento anejo se encuentra la capilla de la comunión, la planta rectangular de la cual es perpendicular a la nave central.
La fachada tiene un porche acristalado, coronado por una hornacina. Como elemento importante, hay que destacar la imagen de talla que se encuentra alojada en la hornacina del altar. Se trata de una imagen de Sant Josep procedente del derrocamiento del Palacio de Ripalda de Valencia.